La Federación Universitaria de Buenos Aires celebró la decisión tomada ayer jueves por el Consejo Superior de la Universidad de Luján, que expulsó por unanimidad al docente José Luis Torella, a quien se acusaba -entre otras cosas- por abuso sexual.
Torella fue denunciado en 2009 por una estudiante de acoso sexual, persecución, violencia económica, abuso de poder y amenazas, dentro y fuera de la institución.
La sanción se produce en consonancia con lo que venían solicitando las agrupaciones que encabezaron la denuncia (el Movimiento Independiente de Agronomía, parte del Frente Popular Darío Santillán, y el Frente Universitario de Luja, que integra el Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social), y la totalidad de la comunidad educativa.
Leandro Altman, dirigente de la FUBA y consejero superior del claustro estudiantil por La Mella, consideró que «la expulsión de Torella es un hecho histórico para la educación superior argentina. El año pasado nosotros encabezamos en la UBA una denuncia contra un docente por motivos similares, y ni siquiera se decidió separarlo del cargo. Esta vez, la Universidad de Luján actuó como debía y expulsó a quien se le había comprobado, porque se investigó, los hechos que se le denunciaban».