Argentina Distinguió a una Militante Uruguaya por los Derechos Humanos

El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, aseguró que Belela Herrera salvo vidas de cientos de militantes al «arrancarlos de las garras de la represión homicida». Participó del homenaje el presidente de Uruguay, José Mujica, quien dijo a Herrera: «Tu solidaridad ha sido una vida militante».

Fue en la residencia del embajador argentino en Montevideo, Uruguay. Allí, el gobierno argentino entregó la «Orden de Mayo al Mérito en grado de Gran Cruz» a la luchadora por los derechos humanos, quien, por otra parte, fue vicecanciller en el primer gobierno del Frente Amplio.

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner dispuso, mediante decreto, galardonarla con una de las condecoraciones más importantes del país.

Durante la ceremonia, el embajador charrúa Dante Dovena hizo mención a la «pelea ardiente a favor de los derechos humanos» de Herrera, a favor de los exiliados políticos de toda Latinoamérica, durante los años ’70 y ’80.

Recordó que la tarea de la militante fue particularmente importante tras el golpe de Estado en Chile, encabezado por el dictador Augusto Pinochet.

La apertura del acto estuvo a cargo de Eduardo Luis Duhalde, quien manifestó su profunda «admiración, respeto y afecto» por la figura de Belela Herrera y su historia. Aseguró que el galardón que se le entregó es «una de las mayores distinciones que otorga nuestro país».

«Cuando asaltaba el poder el tirano de Pinochet empezó a nacer y crecer la figura de Belela Herrera, quien,incansablemente y con riesgo de su vida, porque ahí no había inmunidad frente a la acción criminal de Pinochet, salvó muchísimas vidas», afirmó.

Duhalde resaltó que «en el pecho y en la mente de centenares y miles de latinoamericanos está Belela presente, porque, si hoy están en el mundo caminando, es porque ella los arrancó de las garras de la represión homicida».

El funcionario argentino señaló que «en Argentina, a partir del año 2003, cuando asumió el ex presidente Néstor Kirchner, los principios de Memoria, Verdad y Justicia se transformaron en pilares de las políticas públicas de Derechos Humanos».

«Venimos a reconocer -continuó Duhalde- las deudas que el pueblo argentino tiene con Belela Herrera, a reconocerlas, y no a pagarlas porque ellas no tienen precio. Su acción incansable su dignidad y su coraje hicieron que muchos argentinos le deban la vida a ella y a la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU que ella representó y llevó a los más altos reconocimientos internacionales».

Por su parte, Herrera se manifestó emocionada «hasta lo más profundo» de su alma por la distinción y saludó la política de la República Argentina en materia de Derechos Humanos, por cuanto «permitió avanzar en causas comunes» donde se investigan los crímenes de la dictadura.

«Juntos hemos sufrido la barbarie, como parte de un plan macabro de coordinación represiva y nuestro destino como pueblo y nuestra convicción como naciones hermanas, deben permitirnos alcanzar juntos la memoria, la justicia y el nunca más», expresó.

Cerró el acto el presidente de Uruguay, «Pepe» Mujica, quien se encontraba acompañado por su esposa, la senadora Lucía Topolansky; el canciller, Luis Almagro, y gran parte de su gabinete.

Mujica elogió la trayectoria de la homenajeada y señaló: «Has tenido la no común cualidad de ir haciendo tu propia vida, dándole un contenido a la vida, no vivir por haber vivido, sino transformar eso que nos dio la naturaleza en un cometido, en un intento solidario hacia los perseguidos por todas partes».

«Tu solidaridad ha sido una vida militante», afirmó el primer mandatario.

Herrera fue condecorada ante un gran número de miembros del cuerpo diplomático acreditado en el Uruguay, de militantes y representantes de organizaciones de derechos humanos, entre ellos Macarena Gelman, nieta del gran escritor Juan Gelman, y de ex exiliados por razones políticas.

Igualmente, por parte argentina estaban presentes el vicecanciller Alberto D’ Alotto; el subsecretario de Política Latinoamericana, Diego Tettamanti y los representantes acreditados en la sede del Mercosur.