El presidente del bloque Proyecto Sur y miembro de la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña, Fabio Basteiro, se refirió ayer a la situación por la que están atravesando los músicos luego del derrumbe del boliche Beara de Palermo que causara 2 muertes y trajera como consecuencia el cierre de un centenar de bares en la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras transcurría la «Marcha Musical a la Jefatura de Gobierno», Basteiro expresó que «la forma de evitar más derrumbes y más muertes no es clausurando compulsivamente los lugares donde se construye cultura, sino dándoles un marco regulatorio y de control eficaz.».
«El PRO nuevamente está reaccionando para las cámaras; una solución concreta a esta problemática cultural de la Ciudad es la necesaria legislación sobre el sistema de habilitaciones y capacitación de los inspectores», agregó.
En marzo del 2009 la Legislatura sancionó la Ley 3022 de Régimen de Concertación para la Actividad Musical que regula los clubes de música (lugares donde tocan bandas en vivo y con capacidad máxima de 300 personas). Estos clubes se sostienen gracias a la música en vivo de bandas independientes, y a la vez son los únicos lugares que permiten el desarrollo de las bandas más pequeñas.
Dicha ley nunca fue reglamentada por el jefe de Gobierno, por lo que estos clubes de música funcionan actualmente en el marco de un régimen transitorio que finaliza en diciembre del corriente año. Basteiro y su compañero de bloque Julio Raffo presentaron un proyecto para reglamentar la ley pero el PRO bloqueó su aprobación, y la Coalición Cívica presentó otro nuevo proyecto para prorrogar este régimen provisorio mientras se destraba este proceso.
«Exigimos la inmediata reglamentación de esta Ley para promover la cultura en todas sus expresiones, y no dirigidas exclusivamente a megaeventos con artistas reconocidos comercialmente. Macri tiene una política cultural elitista, comercial y excluyente, que deja afuera a miles de artistas que son también parte de nuestra identidad cultural», concluyó Basteiro.