En el marco de la votación del proyecto que autoriza el uso de fondos provenientes del endeudamiento público para Autopistas Urbanas Sociedad Anónima y obras en educación, Gonzalo Ruanova, diputado porteño del bloque Nuevo Encuentro, anticipó las razones de su voto en contra del mismo.
Al respecto, Ruanova afirmó que “la ineficiencia de la gestión de Macri en la ciudad de Buenos Aires se vuelve a poner de manifiesto con este proyecto, que pretende usar el endeudamiento que votó la Legislatura para la ampliación de la red de subtes con otros fines”.
“Los casi 400 millones que la Ciudad tenía para extender y construir nuevas líneas de subtes no fueron usados porque el organismo encargado no pudo ni siquiera licitar las obras correspondientes, que son sumamente imprescindibles para mejorar ese medio de transporte público”, sostuvo el legislador.
Asimismo, agregó que “la situación es alarmante si se toma en cuenta que del presupuesto aprobado para obras en subtes de este año de 150 millones, hasta el momento sólo se gastaron 1,8 millones. Y como resultado de esta falta de ejecución durante este año no vamos a tener ni una sola estación nueva de todas las que se prometieron”.
Para finalizar, Ruanova enfatizó que “Macri siempre nos habló que tenía equipos preparados para gestionar una ciudad sin problemas de recursos, pero hoy la realidad sólo nos muestra un alarmante nivel de endeudamiento, en un ciudad con funcionarios que no pueden ni gastar las partidas para obra pública que aprueba esta Legislatura”.
El diputado porteño Martín Hourest, presidente del bloque Igualdad Social y vicepresidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, también criticó duramente dicho proyecto.
«El gobierno de Macri, al querer transferir $600 millones a AUSA, que es objetivamente una ‘caja negra’ que no responde a inspecciones, ni a un sistema de monitoreo público y de controles republicanos en funcionamiento, viene a decir ahora que después de dos años sin construir subtes, después de dos años, sin construir escuelas, quiere destinar $600 millones para hacer obras que tienen que ver con el tránsito vehicular y esto va en contra del plan urbano ambiental porque no conlleva al transporte público de pasajeros y demuestra que mal utilizaron los recursos al decir que la Ciudad tenía que endeudarse para las obras de subtes y las mismas recién van a realizarse en el año 2013», dijo indignado Hourest.
«Esto demuestra que cuando nos engañaron diciendo que esa plata iba para los subterráneos (con carácter de urgencia), ese dinero, que hoy está devaluándose en el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, le está generando un daño fiscal a la Ciudad por haber tomado la deuda al 12.5% (cuando Chubut la tomó al 9.5%). Una pérdida por año de $271 millones que es más de lo que se destina a infraestructura escolar, más de lo que se recauda por Catalinas», afirmó el legislador.
«Estamos ante la presencia de un pésimo negocio financiero: se canjeó la venta de Catalinas que era tierra pública para mantener plata pagando sobretasas por haberse apresurado», concluyó enfático Hourest.
