La Oposición Porteña Criticó Duramente a Macri

Distintos sectores del amplio escenario político porteño apuntaron contra el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, luego de la negativa del PRO a convocar a Eugenio Burzaco (Jefe de la Policía Metropolitana) a la Legislatura con motivo de la aparición de prontuarios penales de altos funcionarios de esa fuerza, y las declaraciones del mismo Macri acerca de la reforma del Código Contravencional. 

El bloque de legisladores de la Coalición Cívica se manifestó en relación a la negativa de los diputados del PRO a debatir la convocatoria al recinto del Jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, con motivo de la aparición de nuevos casos de funcionarios jerárquicos de la Policía Metropolitana con graves antecedentes en la Policía Federal, lo que provocó que se frustre la sesión especial de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires citada ayer para tal fin.

En este sentido afirmaron que «con las declaraciones de ayer el Jefe de Gobierno pretendió distraer la atención para esconder ante la opinión pública una verdad que de a poco se está revelando: Macri creó la Policía Metropolitana utilizando lo peor de la Federal.»

A su vez agregaron: «Pero más grave aun resulta que lo haga proponiendo una supuesta batería de medidas que, con la apariencia de intentar resolver problemas menores, afecta directamente a sectores vulnerables que muchas veces son rehenes de organizaciones complejas. Esta actitud  no hacen más que llevar la discusión en sentido contrario a la necesidad de pacificación que necesita nuestro país».

«Macri es un farsante. Dado que cuenta con las leyes necesarias, la Policía ya creada, el Cuerpo de Agentes de Control de Tránsito funcionando y el presupuesto que se requiere, no resolver los problemas solo responde a su incapacidad de gestión, esto demuestra que su declamación no tiene otro objetivo que montar un irresponsable show mediático, que no surte otro efecto que el de generar aun más violencia en la sociedad», sostuvieron los legisladores de la CC.

Y finalmente concluyeron: «Es necesario abordar integralmente una política de seguridad seria para Buenos Aires. Pero hacernos creer que estos problemas se solucionan a palazos no es más que una mentira más, a la que ya nos tiene acostumbrados el Jefe de Gobierno».

La diputada Diana Maffía, integrante de dicho espacio, redactó el siguiente comunicado en relación a lo ocurrido ayer en la Legislatura porteña:

«En campaña, con inesperada franqueza y fuera de cámara, Macri comentó riéndose que le gustaría decirle a Pino Solanas que al Pro le gusta poner un lavadero y un prostíbulo. Lo que no sabíamos era que el lavadero era de legajos, y el prostíbulo lo regenteaba un comisario de la Federal transplantado bajo el ala del Fino Palacios a la Metropolitana.

El Vicepresidente 1º de la legislatura, Oscar Moscariello, entró al recinto y contó los diputados. Consideró que no habiendo quórum la sesión había fracasado. Pero los diputados y diputadas estaban llegando, dando su presente, hasta llegar a 31. Entonces Moscariello se retiró dejando la presidencia a Oscar Raffo y dejando nuevamente sin quórum la sesión. Una nueva presencia hizo que Moscariello volviera a presidir y entonces el diputado Epsztein pidió que se vote la interpelación a Burzaco sin debate. Ruanova negociaba con Ritondo que se hiciera una reunión conjunta de Seguridad y Derechos Humanos y concurriera el Jefe de la Policía Metropolitana. Los diputados del Pro comenzaron a llenar las bancas, y así al votar no alcanzaron los dos tercios de los presentes. Desconcertante fin de la sesión.

Pretendíamos convocar al Jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, luego de conocerse públicamente que varios integrantes de la fuerza policial tienen causas pendientes en la Justicia. El Ministro Montenegro reconoció que la Federal era quien finalmente decidía quiénes pasaban a la Porteña y quiénes no (mediante el mecanismo de no permitir el pase de algunos efectivos), ahora sabemos por qué. Cuando las redes corruptas comienzan a tener dificultades dentro de la fuerza, por acumulación de sumarios y denuncias penales, les lavan los legajos y los mandan a atender el negocio en otra parte.

Mientras tanto, Macri agita su política represiva con los trapitos, amenaza castrar a los violadores y mete miedo con la protesta social. El problema no es quienes violan la ley, porque las leyes que determinan los delitos existen, el problema es la falta de control y en manos de quiénes ha puesto el gobierno del Pro la seguridad pública. Eso sí que mete miedo».

Anteayer, el Jefe de Gobierno porteño anunció un proyecto de reforma para endurecer el Código de Convivencia de la Ciudad de Buenos Aires. La diputada Gabriela Alegre, del bloque Encuentro Popular para la Victoria, repudió esta medida, manifestando que «no podemos permitir que el macrismo avance en la criminalización de la pobreza, persiguiendo a través de estas medidas,  a los sectores más vulnerables y  desatendiendo sus necesidades básicas como vivienda, educación y salud. Ante situaciones que genera la economía informal, lo que el estado debe hacer es regular y dar oportunidades , no perseguir y castigar».

Por último Alegre afirmó que «para Mauricio Macri, la seguridad consiste en  perseguir con el aparato de la nueva policía – sospechada de espionaje ilegal y corrupción –  a los más necesitados y a la protesta social».