En el transcurso de una ceremonia presidida por el rector de la Universidad de Buenos Aires, Rubén Hallú, Marcelo Miguez asumió sus funciones como decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias, quien será secundado en esta gestión por el vicedecano Humberto Cisale. Lo hizo el martes en el aula 211 de esa unidad académica en presencia del viceministro de Agricultura, Lorenzo Basso y del vicedecano saliente, Adrián Marquez, frente a un auditorio conformado por decanos de la Universidad de Buenos Aires y de otras universidades públicas, así como vicedecanos, consejeros superiores y directivos, profesores y trabajadores no docentes, y representantes de asociaciones y cámaras empresarias.
En su mensaje, Miguez dijo que esperaba que el acto «no fuese protocolar sino desde el afecto». Luego de agradecer a los claustros por su designación, el decano, dirigiéndose a Hallú, dijo que en esta etapa, «estimado rector, cumplimos uno de los objetivos que usted había iniciado. A través de una reestructuración de nuestro plan de estudios, dándoles mayor fortaleza a las prácticas de los alumnos, logramos que nuestra carrera sea acreditada con un máximo de seis años, reflejando la calidad académica de nuestra institución».
Mencionó luego la Escuela de Graduados con la que se capacitó gratuitamente a todos los docentes de la Facultad y a los médicos de planta del Hospital Escuela; el crecimiento de la investigación; la labor desarrollada con Juan Carr de la Red Solidaria y con Margarita Barrientos del comedor comunitario «Los piletones». «Eso – dijo Miguez -, nos marcó un camino que terminó consolidándose con los proyectos de voluntariado por parte del Ministerio de Educación.»
Por último, habló de la utopía y parafraseando a Eduardo Galeano, dijo: «Nosotros seguimos creyendo en las utopías así que los invito a caminar juntos para sostener nuestra facultad en una universidad pública, gratuita, cogobernada y autónoma, que debe asistir a la sociedad que la sostiene y estar encuadrada en un proyecto nacional».
El rector Hallú, por su parte, dijo que «en el día de hoy se reúnen muchas cosas porque es la sexta vez consecutiva que se eligen autoridades en la universidad en forma plural y democrática. Esto llegó con la vuelta de la democracia a nuestro país y estamos justamente a escasas 48 horas del día en el que, hace 34 años, se vivía el momento más nefasto de la historia argentina. Este es un momento muy especial, porque se juntan la alegría y la tristeza, el festejo y la pena. A esto se agrega que asume como decano, un amigo».
Reivindicó después la alternancia en el manejo de las instituciones, perfectibles, como todo. «Si hay una forma de mejorarlo es con la democracia. Ya sabemos qué pasa cuando algún iluminado cree que hay otra forma ( … ) Espero que el dolor por todo lo que ha pasado, haya servido para que aquello no vuelva a repetirse.»
«En la Universidad somos conscientes de que ser autónomos no significa ser ciegos y sordos a las necesidades de la sociedad, una sociedad que nos mantiene. Tenemos la certeza total de que con la educación un país crece, y sin educación es imposible que haya salud, ciencia, tecnología. Que los excluidos de hoy no formen parte del lenguaje del mañana y que todos seamos iguales: ese es nuestro compromiso».
Antes del final, el acto tuvo un momento especial cuando cuatro pequeños, dos nenas y dos varones, del Jardín Maternal «El Hornero» que funciona en Ciencias Veterinarias, entregaron un regalo al decano Miguez.
