«Se lo denegué ayer y continúa preso», dijo el magistrado a los periodistas en las puertas de su domicilio en el barrio porteño de la Recoleta.
También elogió el pedido del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, de presentarse voluntariamente a declarar en esa causa, por la que tambien está preso el desplazado jefe de la Policía Metropolitana, Jorge «Fino» Palacios.
«Así deberían comportarse todos los funcionarios», afirmó Oyarbide, quien días atrás no descartó citarlo a declarar junto a su ministro de seguridad, el ex juez federal Guillermo Montenegro.
La investigación surgió a partir de una denuncia del dirigente judío Sergio Burstein, pero luego se destapó que entre los espiados estaba un concuñado de Macri, Néstor Leonardo, además del empresario Carlos Avila, entre otros.
Ex agente de inteligencia de la Policía Federal y empleado del Ministerio de Educación porteño, James, está procesado por asociación ilícita, violación de secretos, falsificación de documento público y usurpación de títulos.
James había pedido su excarcelación luego de que Paula Avallay, imputada como organizadora de una asociación ilícita junto a su pareja, Juan José Zanola, obtuviera la libertad en otra causa, la de la mafia de los medicamentos. El fiscal Guillermo Marijuan ya había dictaminado en contra de la libertad de James en la causa del espionaje ilegal.
Por ella están procesados y detenidos tres policías de Misiones, cuyos jueces penales José Luis Rey y Horacio Gallardo autorizaron las «pinchaduras» a partir de falsa información proporcionada por James.
También está imputado de «falsedad ideológica» y «malversación de caudales» el ex ministro de Educación de la Ciudad Mariano Narodowski, acusado por la contratación de James como empleado de su cartera.