La impugnación, fue presentada por su abogado, Jorge Ansorreguy ante la Cámara de Casación penal y apunta a que esas muestras carezcan de valor para el examen de ADN que permita establecer la verdadera filiación de los jóvenes Marcela y Felipe Noble Herrera, sospechados de ser hijos de desaparecidos durante la dictadura.
El abogado reivindicó que los exámenes ordenados por la casación se realicen sólo con las muestras de sangre obtenidas el pasado 29 de diciembre cuando ambos se presentaron en el Cuerpo Médico Forense para realizarse una extracción.
Dos días después, el juez federal de San Isidro a cargo de la causa promovida por las Abuelas Plaza de Mayo ordenó la requisa de cepillos de diente y de pelo de los jóvenes, en los términos planteados por la recientemente sancionada Ley de Banco Nacional de Datos Genéticos.
Desde entonces se planteó una controversia acerca del procedimiento, ya que los jóvenes adoptados por Noble pretenden que el cotejo del ADN se practique sólo con los de dos familias que lo reclaman y no con la totalidad de las muestras almacenadas en el Banco, como indica la ley.
Este banco, que está en la órbita del Ministerio de Ciencia y Tecnología, funciona en el porteño Hospital Durand, y contiene centenares de muestras de familias con nietros desaparecidos.
Ansorreguy, hermano del que fuera titular de la SIDE del menemismo, dijo que su reclamo en casación se debe a que fue el tribunal que ordenó los exámenes antes de la sanción de la ley.
El Cuerpo Médico Forense carece de instalaciones propias para realizar el examen de ADN, de modo que recién al fin de la feria judicial sorteará entre los laboratorios inscriptos a cuál deriva las muestras.
Una vez allí, el trámite de identificación con un 99.99 por ciento de certeza demanda entre 15 y 20 días.
