Además de los legisladores presentes se encontraban diversas organizaciones sociales como «Hijos», familiares de la AMIA, Comunas, CTA, ATE, UTE, Movimiento Libres del Sur, Cooperativas de Vivienda, entre otros, quienes manifestaron, durante la alocución de Rodríguez Larreta, su malestar entonando cánticos como «No queremos mano dura, no queremos represión, queremos para los pibes, trabajo y educación» haciendo referencia directa a la designación como Jefe de la Metropolitana al ex comisario de la Federal, Jorge «Fino» Palacios.
En un clima de tensión absoluta, Horacio Rodríguez Larreta, solo hablaba de las bondades, cual «Príncipe Felíz» -y en algunos casos de las cosas perfectibles- de la gestión de Mauricio Macri a cargo del Ejecutivo porque para el Jefe de Gabinete «lo importante es estar cerca de la gente cuando lo necesita» pero en ningún momento «se hizo cargo de dar respuestas a las preguntas que le hacían acerca de su gestión: la política de seguridad de la que ellos se enorgullecen es sumamente criticada por ser la expresión unívoca de la «mano dura» y a esto se le suma la designación de un jefe de Policía como Jorge «fino» Palacios», expresó contundente y disconforme con la exposición del Jefe de Gabinete, la diputada Liliana Parada del bloque Igualdad Social.
Volviendo al tema de Seguridad, en el que se hizo más hincapié, Rodríguez Larreta, dijo que «este asunto es prioritario para la gestión en la Ciudad y que queda clara nuestra firme voluntad de hacernos cargo de este problema. De hecho, en octubre, vamos a tener 850 agentes en las calles de Buenos Aires». Mientras tanto, la gente presente en el recinto levantaba carteles que recitaban ¿Quién es Palacios? No es tan Fino por el encubrimiento en la causa AMIA, por ser expulsado de la Federal, por ser socio del genocida Gallonte y estar vinculado con el asesinato de Axel Blumberg. Mientras tanto, otras proclamas decían «Con Fino Palacios va a estar muerta Buenos Aires».
Concluyendo , la legisladora Liliana Parada dijo que, no habiendo sido evacuada ninguna de sus preguntas por el Jefe de Gabinete, solo queda por decir que «no vale la pena gastar pólvora en chimangos». Seguiremos la lucha, más allá de lo vergonzoso que resulta el engaño y la hipocresía de un gobierno que miente descaradamente.»