Por Graciela Palma
«Firmo muchos decretos de los cuales no sé los detalles» así el Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri se excusó ante su nueva vuelta atrás en sus decisiones firmadas, en este caso el Registro de Empleados. Reconoció el error que según él cometió «por el fervor de la gestión». Con todo respeto le propongo bajar un cambio, informarse y reflexionar sobre lo que firma y lo que NO firma. Ahora, ¿cómo llegamos a ese NO firmar? Es común que los que llevan adelante un gobierno, los ministros, funcionarios y hasta diputados y senadores tengan asesores o personas encargadas de decidir sobre lo que va a las manos y a la firma de sus jefes. Supuestamente estas personas no son improvisadas sino que están capacitadas para determinar lo que realmente es importante para el pueblo y por supuesto, de conveniencia política a su superior. Si es así, no entiendo porqué tenemos tántas leyes sin reglamentar o decretos que serían muy necesarios ante las necesidades evidentes en la comunidad. No puedo creer que el Ingeniero Macri haya leído la Ley 2202/06 cuya reglamentación debía firmar y que la rechazara. Lejos de ser firmada, la reglamentación regresó al Ministerio de Salud de la CABA para finalmente terminar descansando en la Subsecretaría de DD.HH. Y no puede decir que no estaba enterado porque desde que asumió como Jefe de Gobierno la Agrupación Quiénes Somos le ha escrito reclamando esto, dejando en Mesa de Entradas las cartas. A no ser, claro, que una mano asesora decidiera que Ud. no debía enterarse. La ley a la que me refiero se llama «Apertura de Archivos de los Hospitales y Clínicas de la Ciudad de Bs.As.» y es fundamental para todos los porteños que buscamos nuestra verdadera identidad de origen porque al nacer no seguimos el marco legal de la adopción, muchos víctimas del tráfico de niños. Tampoco puedo creer que desconozca la Constitución de la Ciudad de Bs.As. donde en su artículo 12 es muy claro con respecto a este tema: «…Debe facilitarse la búsqueda e identificación de aquellos a quienes les hubiera sido suprimida o alterada su identidad. Asegura el funcionamiento de organismos estatales que realicen pruebas inmunogenéticas para determinar la filiación y de los encargados de resguardar dicha información». Como si fuera poco, la Constitución nos garantiza el ADN que hoy nos obligan a pagar a mil pesos. Ingeniero Macri, fue una emoción enorme en diciembre/06 presenciar cuando la Legislatura Porteña votó por unanimidad la Ley 2202/06. Se promulgó en enero/07 y recién ahora iba a llegar la reglamentación correspondiente a sus manos, a su firma para que se nos abriera una puerta tan necesaria. Leer que no puede estar en los detalles de todo lo que firma fue una dolorosa sensación. Y un llamado de atención donde nos preguntamos ¿quiénes manejan todo en verdad?. Ojalá tenga una respuesta para esto, miles de ciudadanos la merecemos.