Un Nuevo Candado a Voces Valientes

Martín Suárez, Locutor Nacional – Periodista
martindamiansuarez@gmail.com

El pasado Martes 3 de febrero, “La voz Sudamericana” sufrió una nueva censura. Ésta vez no fue la decisión de dos  personas como Mauro Viale y Mario Kaminsky que tomaron esa determinación para que la sociedad no descubra, entre otras cosas, que lo que ocurre en la Franja de Gaza no es una guerra sino una masacre. La nueva censura la realizó el conjunto monopólico de medios que a ultranza  dispusieron no cubrir la conferencia que se plasmó el mencionado día.
Éste nuevo silencio y hermetismo de las empresas mediáticas es el que confirma décadas de opresión mediática de aquellos que bautizan la palabra adueñándose de ella, pariendo, desarrollando y propagando que es lo que la humanidad debe saber y repetir.
Es por eso que el “colectivo de trabajo y comunicación de La Voz Sudamericana” no se rinde y aboga la lucha en los medios. Es urgente y necesaria la nueva ley de radiodifusión, pero más necesario aún es el aprendizaje de los comunicadores comprometidos con la sociedad y la formación de los nuevos medios que tienen que ocupar un tercio del espectro radioeléctrico una vez sancionada ésta ley.

Ésta utopía que dejó hace largo tiempo de serlo, rompió su cascarón y es por eso que ahora busca desarrollarse y luego reproducirse con el añorado sueño de romper con la ley del ciclo vital y que no permita su muerte.
Desde un humilde pero enérgico espacio, los trabajadores y comunicadores de La Voz Sudamericana demostraron que se puede informar, independientemente de un gobierno y de la dictadura empresarial, se puede, más allá del cierre y la censura ejercida sobre ellos, porque ello es muestra que el decir la verdad o mostrar una realidad distinta a la acostumbrada hace llorar intereses, crea tendencias favorables para el hombre y la mujer y pudre aquello que otros realzan y valoran por sobre otras cosas.
Cuánto tiempo pasará y cuántos crímenes sucederán para que la mayoría descubra que los responsables directos de las miserias y crueldades del mundo están relacionados con esas voces “amigables” que la sociedad permite entrar día a día a sus hogares.
Es por esto y mucho más que los trabajadores y comunicadores de La Voz Sudamericana no detendrán su paso. Hay que comenzar la lucha por el nuevo abastecimiento de la palabra y una nueva administración del pensamiento, que rompan estructuras y valoren lo necesario para el bienestar del hombre.