Rectora del Acosta Presentó Descargo

Raquel Papalardo, rectora de la Escuela Normal Superior Mariano Acosta, presentó el día de ayer, el descargo al miniterio de Educación porteño, a cargo de Mariano Narodowski, sobre el problema suscitado cuando se dieron a conocer unos videos de youtube en las que se veía a la rectora utilizando una manguera de agua en un festejo de egresados de dicho establecimiento.

El descargo fue extendido al defensor del Pueblo adjunto Gustavo Lesbeguerris, que por su parte reclamó que el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, presente disculpas públicas por la forma en que se refirió a la docente.

Macri, el día de ayer en declaraciones a los medios, acusó a Papalardo de haber politizado el conflicto, convocando a los gremios UTE-Ctera, luego de haberse iniciado un sumario administrativo en su contra, mientras que consideró que «Raquelita (Papalardo) se bandeó para la política», y que debería reconocer que “se apendejó”.

En una conferencia de prensa este fin de semana, representantes de UTE-CTERA anunciaron que se movilizarán si el Ministerio de Educación porteño no suspendía el sumario iniciado contra Papalardo.

Eduardo López, secretario gremial de UTE-CTERA, acusó a Macri de llevar adelante una «política fascista», a la vez que sostuvo que «si tocan a Papalardo nos tocan a todos».

Recalcaron que «les preocupa una rectora comprometida con sus alumnos y su comunidad educativa y no los graves problemas educativos de la ciudad: baja histórica de su presupuesto educativo, baja en las becas escolares, baja del presupuesto para infraestructura escolar, aumento del presupuesto para la educación privada, etc».

La rectora, por su parte anunció que no iba a renunciar, y denunció una persecución de las autoridades en su contra. Además, recibió el apoyo del centro de estudiantes de dicho colegio, directores de otras escuelas, maestros, alumnos, graduados, padres, y organismos de DDHH.


Carta abierta al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires

Buenos Aires, 19 de diciembre de 2008

Los diarios de hoy difunden la noticia de que, en patio del Colegio Mariano Acosta, la Directora compartió un festejo acuático y divertido con los alumnos egresantes. No parece un hecho demasiado relevante, pero ha cobrado una trascendencia digna de mejor causa. Sin decir “¡agua va!”, el Ministerio de la Ciudad inicia un sumario administrativo por faltas a los “principios de la moral” y las “normas de ética”. Me gustaría saber cuáles son los principios transgredidos, porque no hallo en Aristóteles ni en Kant referencias al remojón como vicio ni alusiones a la necesidad de mantener sin humedad el rol directivo.
Creo que la autoridad se funda en lo que un docente es y hace cotidianamente, lo que enseña con sus gestos y sus omisiones, las convicciones que expresan sus actos. Por eso mismo, puede tener autoridad una Directora que se empapa de los problemas de sus alumnos, mientras la pierde un Ministro a quien salpican toda clase de críticas y desconfianzas en su primer año de gestión. No conozco personalmente a la Profesora Papalardo, pero merece mi respeto una Directora que es invitada a festejar con sana alegría el fin de las clases, una autoridad que parece poner el cuerpo en la diversión como supo ponerlo en las horas difíciles de la institución.
El Ministro se escandaliza por la modalidad del festejo y, según reseñan los medios, invoca mejores modos de festejar. Quizá impulse reemplazar la tradicional “vuelta olímpica” con un minué o una contradanza, porque las carreras de embolsados son un riesgo para la seguridad de los estudiantes y el palo enjabonado tendría hoy unas connotaciones impensadas para quienes concurrían a las fiestas mayas dos centurias atrás. ¿Cómo festeja el Ministro? El “loco” Sarmiento, a quien invoca frecuentemente, no ganó su apodo por mantenerse siempre dentro de las convenciones. Se sabe que tenía un carácter bastante podrido, pero al llegar a la Presidencia, impulsó el corso callejero los días de carnaval y luego ostentó, como distinción honorífica, una medalla conmemorativa en cuyo anverso figuraba una caricatura de su rostro con corona de emperador. Porque, digámoslo claramente, la autoridad no se desmerece por el buen humor, sino por lo que queda visible cuando una gestión se saca la careta.
El primer año de esta gestión termina opacado por una larga lista de promesas insatisfechas, manoseos a la dignidad docente y desprecio por la tarea pedagógica. No estamos mejor hoy que un año atrás, después de gastar los días en arreglar lo que está sano y desbaratar lo que funcionaba bien. Transitando las escuelas, se percibe un malestar que no se ve desde Internet. Muchos padres, docentes y estudiantes reclamaron en estos meses respuestas a demandas que la gestión del Ministro Narodowski no ha resuelto. No parece casual que, mientras liberan al “Tigre” Acosta, quieran encorsetar al Mariano Acosta en las formalidades de una autoridad hueca, pero sequita.
Otros chorros preocupan más a la sociedad porteña y deberían preocupar al Ministro: en la Honorable Legislatura, votan hasta los ausentes. Eso corroe cualquier autoridad: el incumplimiento de las responsabilidades públicas. Los funcionarios que acomodan las normas a su arbitrio están jugando con fuego, porque necesitamos recrear la confianza en las instituciones como herramienta para construir una sociedad más justa. La mala fe de sus compañeros de partido debería concitar un repudio sincero de quienes conducen la educación de la Ciudad. Pero, claro, entre bomberos no se pisan la manguera.

Isabelino A. Siede
Licenciado en Ciencias de la Educación (UBA)