Investigan en la UNR el uso medicinal del Cannabis

A partir de la aprobación de la ley que incorpora al Sistema de Salud Pública productos a base de cannabis para el tratamiento de patologías como epilepsias y cáncer, entre otras, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) está llevando a cabo investigaciones para profundizar conocimientos y crear nuevos saberes sobre su uso.

En la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (FBIOyF) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se está trabajando en dos aspectos, por un lado a través de la Unidad de Optimización de la Farmacoterapia (UOF), en la que se reciben pacientes que requieran un seguimiento, asesoramiento y acompañamiento en el uso de cannabis. Y por otro lado, se están analizando los productos que consumen.
La UOF fue creada por la Facultad y el Colegio de Farmacéuticos de la 2° Circunscripción hace cinco años a partir de la preocupación por la naturalización del consumo de fármacos en la población. Se trata de un espacio físico que presta servicios gratuitos a todas aquellas personas que deseen mejorar su calidad de vida en relación al uso de medicamentos.

Mediante una entrevista inicial que puede realizarse al paciente o a algún familiar, se indaga y registra el motivo de consulta, problemas de salud, antecedentes personales, hábitos, asistencia a servicios médicos, fármacos que toma y suplementos herbarios. En este servicio no se modifican tratamientos ni dosis y tampoco se realizan sugerencias de consumo sino que el informe que el paciente recibe le aporta datos para optimizar su terapia.

Los profesionales de esta Unidad afirman que en los últimos años se incrementó el uso con fines terapéuticos de los extractos basados en cannabis. El primer registro que obtuvieron fue el de una adolescente con epilepsia refractaria que consumía el aceite “Charlotte” importado de Estados Unidos y que está aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

“Dado que los medicamentos tradicionales no dan respuesta a esta enfermedad, se busca y deposita la esperanza en este producto, teniendo en cuenta además que es una patología incapacitante, con muy poca posibilidad de interaccionar y un gran impacto en el entorno familiar”, afirman desde el equipo dirigido por Mercedes Salamano.

Pero también se reclama el uso de derivados de cannabis para paliar el dolor neuropático, la esclerosis múltiple y los efectos nocivos de la quimioterapia, entidades clínicas asociadas a un dolor crónico. En este contexto, la UOF ofrece un seguimiento y acompañamiento a las familias que están buscando respuestas y a partir de observaciones junto a entrevistas se diseña un perfil de los pacientes.

“La participación social de las familias y cuidadores abre un notorio escenario, capaz de colaborar en la construcción de la relación entre el uso del aceite de cannabis y los pacientes, sean estos niños o adultos”, afirman y agregan: “Cuando un familiar se encuentra con la situación de no saber cómo ayudar a su ser querido es ahí cuando su rol toma fuerza solidaria y sus herramientas de observación entran en acción para construir un perfil de uso-respuesta dentro de un esquema terapéutico, es decir, de la secuencia o curso de acontecimientos que ocurren tras la ingesta de cannabis”.

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