En el día de ayer se realizó en la Casa Rosada un encuentro con representantes de juventudes de partidos políticos convocado por el subsecretario Pedro «Piter» Robledo y que contó con la presencia de la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley y del jefe de gabinete, Marcos Peña.
Hasta ahí todo normal, el problema fue que de la reunión participaron dos miembros de Bandera Vecinal, el espacio liderado por Alejandro Biondini. Cuando se hizo público este hecho, Robledo explicó que él no los había invitado sino que se presentaron -no aclaró dónde ni cuándo- «como un partido vecinal» (sic).
La presencia de esta corriente ideológica en una reunión con estas altas autoridades de gobierno generó una gran polémica y una catarata de críticas. Lo que no quedó claro aún es si es peor que los biondinistas hayan sido invitados, como ellos expresan, o que se hayan colado en una reunión con el jefe de gabinete nacional, en la Casa Rosada.
Lo cierto es que Robledo suma un dolor de cabeza a los varios que le viene generando a esta administración, luego de los despidos injustificados que realizó en su área y de la acusación de haber utilizado fondos públicos para la realización de un spot para su campaña personal, entre otros.