La participación del líder del alzamiento militar en la Semana Santa de 1987, en el desfile patrio, junto a los ex combatientes de Malvinas, generó el repudio de distintos sectores de la juventud militante.
Desde la Juventud Radical porteña rápidamente dijeron que la presencia de Rico es una ofensa a Raúl Alfonsín y recordaron que el Presidente lo enfrentó cuando se alzó contra la democracia.
Por su parte, la agrupación H.I.J.O.S. también criticó la participación la participación de los miembros del Operativo Independencia: «en un explícito retroceso en nuestra democracia, mientras en Tucumán se desarrolla el juicio a los genocidas del Operativo Independencia, Macri los incluye en sus actos. De esa ´Independencia´ no habla el Presidente, pero permite su reivindicación. También convocó a Aldo Rico, uno de los carapintadas que atacaron la democracia.
Esto es más que la complicidad del silencio. Esto es la inclusión en su gobierno de quienes marcaron la historia de nuestro país con la violencia de Estado. Así gobierna Macri».
Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero, criticó la presencia tanto del líder Carapintada como de los miembros de Operativo Independencia e incluso pidió la renuncia del Ministro de Defensa de la Nación, Julio Martínez.