A diferencia de lo sucedido a nivel nacional, la temporada electoral parece no tener fin en la Universidad de Buenos Aires. El viernes de la semana que viene se votarán a los representantes en el Consejo Superior. De cara a dicha elección, hoy se presentan las listas que participarán en los distintos claustros.
Como no podía ser de otra manera, en la previa las negociaciones entre las distintas fuerzas no paran. La rosca, como se le dice a las mismas en los pasillos de la universidad, en el caso de los estudiantes pasa fundamentalmente por saber como se conformarán las listas que se oponen al reformismo, encabezado por Nuevo Espacio.
Vale aclarar que el claustro estudiantil cuenta con cinco consejeros superiores, que son elegidos por los consejeros directivos de todas las facultades. Al haber cuatro escaños en cada unidad académica, una rápida cuenta arroja que hay 52 electores. De los cinco representantes estudiantiles, tres van para la mayoría mientras que los otros dos se reparten entre las dos primeras minorías, siempre y cuando ambas superen el 20% de los votos. De no haber una o dos listas de minoría que pasen dicho piso, el o los lugares libres van para la mayoría.
Según los cálculos el reformismo cuenta con alrededor de 22 votos, que surgen de los consejeros de Nuevo Espacio y diferentes aliados de Derecho, Odontología, Veterinarias y FADU, entre otros.
De ir en la misma lista las fuerzas de izquierda que hoy conducen la FUBA, los cálculos arrojan un número similar, con lo cual todas las miradas se depositan en el resto de los votos, que pertenecen en su mayoría a fuerzas kirchneristas o cercanas al FPV.
Sabiendo esto, el espacio Estudiantes por la Democratización (Unidos y Organizados y aliados) llamó a la unidad de todos para enfrentar a Cambiemos, representado en este caso por el reformismo. Algo parecido realizó La Mella (Patria Grande). Sin embargo, el Partido Obrero hasta el momento rechaza una lista única que integre el kirchnerismo ya que considera que no es la forma de enfrentar al rectorado encabezado por quien hubiera sido el Ministro de Educación de Scioli y, entonces, intenta sumar los votos de agrupaciones como FANA o MLI para alzarse con la mayoría.
En el fervor de la rosca el PO, incluso, llegó a sugerir que si el kirchnerismo quiere demostrar que es opositor al rector debería abstenerse de conformar una lista y votar la de la izquierda, sin competir por ningún escaño. Obviamente, dicha propuesta no tuvo mayor análisis por parte de UyO.
Conociendo la negativa del PO, desde el kirchnerismo buscan romper la lista de la FUBA y presentarse con La Mella y otras agrupaciones en busca de la primera minoría. Esta conformación de listas tendría una correlación con el balotaje nacional ya que se agruparían las fuerzas según los votos a Macri, Scioli y blancos o impugnados.
Hay que estar atentos también a ver que hacen los consejeros de la conducción del Centro de Estudiantes de Sociales. Allí triunfó un frente conformado por UyO y la UES. Históricamente los últimos se manejaron en estas cuestiones con independencia, conformando distintos armados o presentando listas en soledad. Tal como está planteado el escenario hoy, si la UES decidiera integrar o apoyar la lista reformista -algo que no resulta descabellado considerando que sus votos le pueden garantizar la mayoría- es muy probable que se quiebre la flamante conducción del CECSo.
Todo se resolverá cuando se presenten finalmente las distintas listas, hasta entonces cualquier cosa puede pasar.
