La FUA pidió por la educación laica

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La Federación Universitaria Argentina denunció que se busca derogar el artículo de la Ley 1420 que prohíbe la actividad religiosa en las escuelas públicas.

A través de un comunicado, la FUA sentó su posición respecto a dicha reforma. A continuación, el texto completo:

Art 8 de la Ley 1420 se quiere DEROGAR: La enseñanza religiosa solo podrá ser dada en las escuelas publicas por los ministros autorizados de los diferentes cultos, a los niños de su respectiva comunión y antes o después de las horas de clase.
La historia de la Educación Publica es la historia del laicismo en la Argentina. Hace menos de un año, la Comisión Bicameral de Digesto Jurídico del Congreso de la Nación pretende derogar el artículo 8 de la Ley 1420. Este artículo era el único resguardo jurídico que garantizaba la educación laica en nuestro país. El mismo era la herencia de una generación que revolucionó la educación en América Latina, llevando a nuestro país a ser una potencia mundial.
La educación laica integró al pueblo argentino; redujo las diferencias sociales, acercó a las diferencias culturales y puso a la vanguardia del desarrollo y la innovación a nuestro país. La educación laica hizo posible una Universidad Pública para todos que, casi 60 años después de la sanción de la 1420, formaba a premios Nobel en más de una disciplina.
Pero como siempre, en la Argentina nos preocupa más lo urgente que lo importante. No logramos dimensionar lo fundamental que es para una sociedad plural como la nuestra la garantía del laicismo. Gracias a el pudimos construir un país donde las diferencias religiosas o culturales no nos dividían, sino que nos unian. Pudimos formar un pueblo en la diversidad que, desde la recuperación de la Democracia, intenta vivir en paz entre si y con el mundo.
Pero estos derechos adquiridos por la sociedad argentina desde hace más de 100 años hoy están en riesgo. Desde hace dos años, en Salta, se reza compulsivamente en las escuelas, ignorando la libertad de culto y de consciencia de muchos estudiantes. Esta tendencia se reforzó, hace poco, de manera preocupante con la publicación de la serie «Piedra Libre» del Ministerio de Educación de la Nación. Este insumo pedagógico oficial explica, en su página 30, la existencia de fósiles equiparando una visión científica con una biblica. Pero uno de los peores episodios de este final del Estado Laico argentino es cuando, con motivo de la asunción de monseñor Mario Poli como Arzobispo de Buenos Aires, el Vicepresidente de la Nacion, Amado Boudu y el Presidente de la Camara de Diputados (y actual candidato a Gobernador bonaerense) Julian Dominguez, se arrodillaron frente a la máxima autoridad de la jerarquía eclesiástica en nuestro país.
El laicismo, lejos de ser una postura antirreligiosa, pretende respetar las diferentes visiones que los seres humanos tienen sobre la religión. Se opone a las visiones dogmáticas y pretende incentivar el espíritu crítico de las personas, en un marco de respeto por las diferentes ideas. El laicismo surge de la convicción de que no hay una religión mejor que otra, es la afirmación que todos los ciudadanos tienen de ejercer libremente el culto que elijan. Eliminar el laicismo implica el retorno de la intolerancia y de las verdades absolutas que tanta sangre derramaron en nuestro país.
Desde la FUA vemos con mucha preocupación los recientes acontecimientos sobre estas cuestiones. Los estudiantes argentinos no bajamos nuestras banderas y por eso vamos a seguir defendiendo los derechos que tenemos mientras luchando por los que nos faltan. La Educación Pública no puede dejar de ser laica, porque dejaría de ser inclusiva, dejaría de integrar una sociedad diversa como la nuestra. Ese, sin duda, sería el fin de la Educación Pública… Desde la FUA no estamos dispuestos a permitir este atropello y nos ponemos en estado de alerta para defender nuestra educación.
Desde la FUA vamos a estar trabajando activamente para que no llegue a tener los votos necesarios en la Cámara, porque los dolores que nos quedan son las libertades que faltan, no vamos a permitir que nos quiten una de ellas.