Discutamos programa y modelo de federación para el movimiento estudiantil

Por La Bemba

Una crisis abierta en la UBA.

Alberto Barbieri asumió como rector en diciembre del 2013, en medio de un mega-operativo policial en el Congreso de la nación, que reprimió a estudiantes y docentes, sin permitir el ingreso de gran parte del arco opositor. Todavía seguimos demandando mayores niveles de democracia en la UBA, hace más de 57 años que no se modifica la forma de gobierno; años de historias y cambios culturales parecen no hacer eco en nuestra Universidad, que sigue conservando un estatuto antidemocrático.
El rector Barbieri comenzó su gestión con un profundo acuerdo político entre los radicales, el kirchnerismo y el PRO, para profundizar la mercantilización del conocimiento y la venta de servicios al sector privado, avanzar en la acreditación de las carreras a la CONEAU, aumentar la cantidad de cursos y posgrados pagos, y así el auto-financiamento de la UBA en una lógica de universidad privada.
Los negociados con nuestra educación empezaron poco a poco a mostrar fisuras, y nos mantuvieron alertas desde inicio del 2015. Todo comenzó con la renuncia del vicerrector Darío Richarte —ex funcionario de la SIDE—, con fuertes vínculos con el kirchnerismo; luego renuncio José Luis Giusti, decano de Ciencias Económicas, a causa de denuncias de enriquecimiento ilícito y violencia de género, vinculado al PRO y de joven militante de la Franja Morada; luego llegó el turno de Mónica Pintos, decana de Derecho y militante radical, que posee denuncias por malversación de fondos de la UBA.
Los distintos escándalos por corrupción finalmente salieron de los pasillos de las facultades y se instalaron en los televisores de toda la sociedad: el informe presentado por C5N, en el programa Minuto Uno de Alejandro Bercovich, develó el vínculo que poseen funcionarios de la UBA con empresas proveedoras de los hospitales del Clínicas y el hospital Roffo, que venden con importantes sobreprecios. El monje negro detrás de todos los casos de corrupción es Emiliano Yacobitti, actual secretario de Hacienda de la UBA, que pasó con creces una auditoría interna impulsada por su amigo el rector. Se contratan entre amigos y se controlan entre amigos, mientras tanto los hospitales, las facultades, y nuestra calidad académica se caen a pedazos.
La burocracia y brazo estudiantil del rectorado, la agrupación Nuevo Espacio, lejos de exigir explicaciones a las autoridades sobre los casos de corrupción, difaman a la FUBA e impulsan la intervención de la misma por parte del Rectorado. Intentan cómo dé lugar callar a sus contrarios. En este contexto, militantes de Nuevo Espacio insultaron y amenazaron a Cecilia Rikap, nuestra compañera docente de la FCE y Secretaria Gremial de AGD-Económicas, y a través de ella, al periodista Alejandro Bercovich.
La violencia y las agresiones patoteriles por parte del brazo estudiantil del rectorado, Nuevo Espacio-Franja Morada, no son más que la forma que adopta la defensa de una estructura profundamente antidemocrática, que avanza en la privatización de la universidad. Mientras, lxs docentes no cobran o tienen salarios de miseria, las condiciones edilicias y los insumos son precarios, y la lista continúa…

La situación actual en la FUBA y los centros de estudiantes.

En menos de dos meses se desarrollaran las elecciones de consejeros estudiantiles y de centro de estudiantes en toda la UBA. Llegamos a estas elecciones con un panorama bastante complejo: si bien el rectorado se encuentra inmerso en escándalos de corrupción, como movimiento estudiantil combativo seguimos mostrando fisuras y quiebres frente a los de arriba. Barbieri asumió con un movimiento estudiantil dividido, donde el PO, que en aquel entonces presidía 8 centros de estudiantes, no respetó el mandato votado en asamblea interfacultades, y en vez de denunciar fuertemente la represión sufrida por parte del movimiento estudiantil, el presidente de la FUBA intento desligarse de los “hechos violentos”. La lamentable falta de unidad y capacidad de todo el movimiento estudiantil para enfrentar el ataque de las camarillas que gobiernan la UBA, quedó expuesta.
El kirchnerismo opera en un acuerdo abierto con el espacio de Yacobitti y la Franja, solo falta recordar que el actual Rector se entrevistó públicamente con Capitanich (entonces Jefe del Gabinete nacional) antes de asumir, o como los Decanos y consejeros “progres” de Carta Abierta asistieron servilmente a dar quorum a la Asamblea Universitaria que eligió a Barbieri. Mientras sus fuerzas estudiantiles, como Nuevo Encuentro, la Cámpora y el Evita, montan campañas que fingen denunciar a quienes en realidad son sus socios.
En las elecciones del año pasado Nuevo Espacio y sus variantes lograron mantener los cuatro centros de estudiantes donde son conducción, justamente en las facultades más grandes de la UBA, aquellas que reúnen más delegadxs para disputar la federación. En Medicina y Económicas incluso ampliaron su peso y diferencia respecto de otras listas. En otras facultades donde no son conducción tuvieron un crecimiento notable, como por ejemplo en Psicología y FADU, donde luego de la lista ganadora, las opciones vinculadas a las gestiones son las primeras cuatro alternativas votadas por lxs estudiantes. El modelo de Centro que propugnan vacía de contenido la política de los gremios, y le cercenan los espacios de participación a lxs estudiantes. En lo relativo a la política educativa, son los principales cómplices de la gestión a la hora de llenarse los bolsillos haciendo negocios a costa de la educación pública, brindando algunos servicios dentro de una “universidad shopping”.
Las variantes kirchneristas, si bien no han logrado ganar ningún centro, mantuvieron su lugar, inclusive creciendo en algunas facultades donde la izquierda es conducción, como Sociales (UES / Vamos Sociales) y Filosofía y Letras (FUP); avanzando con una política macarthista y a pedidos de los Decanatos.
Ambos espacios no han dado quórum en la federación universitaria, ni en el 2013 ni el 2014, esforzándose en vaciar a la FUBA y debilitar al movimiento estudiantil crítico y combativo. Así las cosas llegamos a las elecciones del 2015 con posibilidades ciertas de recambio en los centros de estudiantes de Veterinarias y Sociales, a su vez que el kirchnerismo tiene posibilidades de crecer en las elecciones de consejo directivo en FFyL y Sociales, poniendo en jaque la mayoría en el consejo superior que actualmente conserva la izquierda

El desafío de golpear frente a la avanzada Nuevo Espacio – Kirchnerismo.

Frente a esto, quienes militamos por una universidad pública, gratuita y verdaderamente científica no podemos retroceder ni un ápice. Entendemos que el avance de Nuevo Espacio en el rectorado -y junto al kirchnerismo- en los centros de estudiantes se frena con lucha y organización, con la construcción de un movimiento estudiantil crítico y combativo que pueda interpelar a miles de estudiantes, incentivando espacios de participación en todas las facultades y CBCs.
El tiempo de los silencios cómplices y de la parálisis de las agrupaciones con mayor responsabilidad en la FUBA (Partido Obrero y Mella), tiene que terminar para abrir paso a un momento de mayores denuncias, y acciones unitarias con fuerza para echar a lo más nefasto de la universidad. La centralidad que depositan ambas corrientes en la disputa por la referencia de la conducción de la FUBA, retrasa las tareas que debe desarrollar el movimiento estudiantil y no son atendidos con la seriedad que amerita los conflictos que atravesamos los estudiantes de la UBA y los compañeros que aún no pueden ingresar a la Universidad pública.
En ese sentido, vemos indispensable construir espacios de participación directa tanto desde la federación universitaria como desde los centros de estudiantes. Las experiencias de la Secretaria de Conocimiento Crítico de la FUBA, las Secretarias de Cultura y Conocimiento Crítico del CEFyL, y los comedorazos en la Facultad de Sociales, son los referentes que impulsamos para promover la participación desde espacios abiertos que organicen al estudiantado trascendiendo las organizaciones particulares. A su vez, consideramos que debemos reforzar los espacios de base por carrera, para dar una disputa por reformar el modo de producción hegemónica y la orientación política del conocimiento.
Creemos que sólo bajo estas premisas podremos construir y fortalecer el movimiento estudiantil, frenar el avance de NE/Franja Morada y el Kirchnerismo, y así avanzar por la vía propositiva en nuestros debates políticos, expresando un bloque sólido de la izquierda en las Facultades.
Con éstos objetivos impulsamos y encabezamos el banderazo realizado en la Facultad de Ciencias Económicas —cuna del rectorado y de Nuevo Espacio—, que concentró a más de 600 estudiantes, graduados, docentes y no docentes, quienes exigimos «Fuera los corruptos de la UBA. Democraticemos la universidad». Creemos que profundizando estas iniciativas masivas y logrando mostrar un arco opositor unitario, es posible darle los golpes necesarios al rectorado, a la par que fortalecemos un movimiento estudiantil crítico y combativo.
Más allá de las críticas y autocríticas que tenemos, creemos que la actual conducción de la federación garantiza la independencia política del movimiento estudiantil, y un accionar político crítico y combativo que puede enfrentar la avanzada privatista y el ciego aplauso del gobierno nacional.
Sin embargo existe un avance real de los espacios vinculados al Gobierno Nacional y la oposición patronal, ambos articulados desde los órganos antidemocráticos del gobierno universitario. La avanzada de Nuevo Espacio en la federación y el retroceso de las fuerzas de izquierda en distintos centros, nos marcan una nueva y larga etapa para el movimiento universitario, signada por la resistencia de las conquistas alcanzadas. Ante este panorama, entre quienes venimos apoyando al frente unitario de la FUBA, y más allá de vastas diferencias, no nos queda otro camino que forjar la unidad para transitar esta etapa con mayor fuerza.
La avanzada de Nuevo Espacio en la federación y el retroceso de las fuerzas de izquierda en distintos centros, nos marcan una nueva y larga etapa para el movimiento universitario, signada por la resistencia de las conquistas alcanzadas. Ante este panorama, entre quienes venimos apoyando al frente unitario de la FUBA, y más allá de vastas diferencias, no nos queda otro camino que forjar la unidad para transitar esta etapa con mayor fuerza.
Abramos el debate para ir por una nueva gremialidad y una nueva FUBA:¡Para triunfar y construir una nueva Universidad!