Carta de la FUA ante los anuncios de la Presidenta de la Nación

Por la Federación Universitaria Argentina

En el día de ayer, 1 de Julio, los estudiantes festejábamos la sanción del Boleto Educativo Gratuito y Universal en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Minutos después de la sesión, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner comenzaba su cadena nacional número 27, para hacer algunos anuncios que a nuestro antender, merecen una serie de reparos.
Como estamos acostumbrados, sobre todo en el corriente año, se utiliza el espacio de la Cadena Nacional para hacer anuncios de gestión y posicionar frente a las cámaras a los candidatos del oficialismo (ayer Mariano Recalde, a 3 días de participar de la elección en la CABA, se encontraba en “primera plana”); pero no nos detendremos en esto.
La Presidenta utilizó este espacio para homologar por decreto el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) para los docentes universitarios. En palabras de CFK “es la primera vez que los docentes de nuestras universidades públicas cuentan con un convenio colectivo de trabajo…ha sido una tarea que ha demandado entre cinco y seis años de discusiones, de charlas. Como Uds vieron, entregué una copia del decreto que aprueba esta convención precisamente a 6 agrupaciones que representan a distintos sectores. Sí es la diversidad, es la pluralidad y si se da en la vida política, se da en la vida real, también cómo no se va a dar en un ámbito como es la Universidad?». Y sí Señora, la Universidad también es la vida real. Continuaba sobre el CCT «establece mecanismos de evaluación periódica para la permanencia en los cargos ordinarios y regulares. Cargos a los que sólo se accederá por concurso de antecedentes y oposición para las titularidades…» Lo que merece un punto y a parte.
El Reformismo permitió la Autonomía Universitaria, que desarrolló una producción científica crítica y que cuestiona el status quo, tanto del gobierno como del sector privado; el Co-gobierno, que trajo la democratización del conocimiento y la participación estudiantil; la Gratuidad, que permitió el ingreso masivo; y el Laicismo, que terminó con el monopolio de la religión sobre el conocimiento.
La reforma del 18 tuvo una doble impronta de origen: una política y otra académica. Se puso en jaque la fuerte incidencia de la Iglesia dentro de la vida universitaria, con su consecuente atraso en el progreso científico, la censura a las teorías laicas, la organización del gobierno universitario, se cuestionó fuertemente el carácter vitalicio de los cargos docentes, y se puso en crisis a los mecanismos de designación de los mismos. Es decir, la reforma puso a los estudiantes a pensar la universidad pública latinoamericana desde las bases. Posibilitó, entre otras cosas, la rediscusión de los planes de estudio, la democratización en la elección de autoridades, la renovación de los cargos docentes por concurso y la participación con voz y voto del movimiento estudiantil en el gobierno universitario.
Además, el mecanismo de acceso y promoción mostraba la ausencia de una carrera académica. El sistema vigente no consideraba como candidatos para la elección de titulares a aquellos profesores que ejercían la función docente como profesores libres o suplentes. En efecto, de las dos grandes categorías de profesores existentes, los titulares eran designados, por lo general, por criterios políticos y permanecían en el cargo de manera vitalicia: las cátedras tenían nombre y apellido. Todos estos, pilares fundamentales que el movimiento estudiantil en particular y la comunidad universitaria en general, hemos venido defendiendo desde la gloriosa Reforma de Córdoba. Principios bajo los cuales se han creado los estatutos que hacen al funcionamiento de las Universidades Públicas de todo el país.
A partir de ahora entonces, y para pasar en limpio: los docentes accederían a sus cargos por concursos de oposición y antecedentes (de los que planean eliminar la figura del “jurado alumno”) pero, para permanecer en ellos lo harán a través de “evaluaciones periódicas” que pueden tener hasta DOS resultados negativos. Eso no lo dijo la Presidenta pero Ud puede encontrarlo en el CCT. Esta Federación no cuestiona la “estabilidad laboral”, defiende férreamente la democratización del acceso a los cargos. Estamos convencidos que los concursos públicos, abiertos de oposición y antecedes son el único mecanismo válido para el acceso y permanencia a la docencia; asimismo, entendemos que la periodicidad de estos, garantiza la actualización de los contenidos y la formación de nuestros docentes, obligando a los mismos a estar en constante formación y, permitiendo avanzar en la consolidación de la excelencia académica de nuestra universidad.
La Presidenta también se refirió ayer a la creación de 15 nuevas universidades desde el 2003 a la fecha “donde se ha dado una cobertura territorial geográfica de manera tal de que gente que no contara con los medios de poder trasladarse a la Universidad hoy lo haga…esto también es inclusión social…» Basta con algunos ejemplos para demostrar que esta afirmación no es 100% certera.
Lo contrario a una expansión planificada del Sistema Universitario han hecho al crear, por ejemplo, la Universidad Nacional de Avellaneda: en un radio de 50 km. de esta Universidad encontramos 7 Universidades Nacionales. Para el caso de la Universidad de Tres de Febrero, encontramos que en el mismo radio se ubican seis Universidades Nacionales, y para el caso de la Universidad Arturo Jauretche, en Florencio Varela, en ese radio encontramos cinco Universidades. La superposición de estructuras es un despilfarro de fondos públicos que poco colabora con el fin de universalizar el acceso a la educación superior.
Tampoco es casualidad que la creación de estas nuevas universidades, responda, en su mayoría, a “favores políticos” y el armado de una estructura político-territorial a los amigos del poder (o en muchos casos, los llamados “varones del conurbano”). Por mencionar algunos casos que denotan la designación arbitraria de funcionarios: Martín Otacehe, hijo del ex intendente de Merlo, Raúl Otacehe, quien ocupa el cargo de Rector de la Universidad Nacional del Oeste; Nancy Ganz, quien ejerce el rol de Vice Rectora de la Universidad Nacional de Avellaneda y es esposa de Jaime Perczyk, funcionario del Ministerio de Educación de la Nación; Omar Judis, quien fuera Ministro de Gobierno del Chaco durante el mandato de Jorge Capitanich y quien actualmente ocupa el cargo de Rector de la Universidad del Chaco Austral (creada a metros de la Universidad Nacional de Nordeste).
En síntesis, es nuestro deber como representantes de los casi 2 millones de estudiantes universitarios (ayer la Presidenta afirmó que la cifra actual es de 1.883.000 estudiantes), posicionarnos respecto del proyecto educativo que este gobierno ha venido sosteniendo estos 12 años en el poder. Este año se cumplen 20 (VEINTE) años de la sanción de la Ley de Educación Superior y aun no vemos voluntad política de reformarla, tal como la Presidenta anunció que lo haría en su campaña electoral del año 2007.
Los estudiantes universitarios peleamos todos los días por una educación de excelencia y por una Universidad accesible al pueblo, pero ésta no es la manera. Queremos una educación secundaria que nos de las herramientas para ingresar, permanecer y graduarnos de la Universidad. Queremos el Boleto Educativo, Gratuito y Universal Nacional porque creemos que es una herramienta fundamental para el acceso a la educación. QUEREMOS EDUCACIÓN PÚBLICA GRATUITA Y DE EXCELENCIA, SIEMPRE.