Tras el anuncio conjunto de la Universidad de Buenos Aires y la FUBA, la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación nacional informó que no otorgó ningún incremento presupuestario a la UBA.
Según el comunicado, la partida a la que hicieron referencia tanto Alberto Barbieri como la Federación Universitaria de Buenos Aires forma parte del presupuesto asignado a la universidad para este año.
De paso, desde la SPU se dieron el gusto de informar la cantidad de dinero que tiene asignada la UBA para el 2015: 6.690 millones de pesos.
A continuación se reproduce el escrito completo, para que cada lector saque sus conclusiones:
El Ministerio de Educación de la Nación, a través de la Secretaría de Políticas Universitarias, desmiente que se haya otorgado un incremento presupuestario a la UBA, tal como fue difundido por algunos medios.
De hecho, el presupuesto inicial asignado a esa universidad para el año 2.015 supera los 6.690 millones de pesos, con lo cual la supuesta “nueva partida de 15 millones” jamás representaría un “aumento presupuestario de 29,5%”, tal como se expresa en esos medios.
Es simplemente absurdo intentar atribuir al gobierno la posibilidad de que por razones presupuestarias en algún momento se haya puesto en riesgo el desarrollo de las actividades académicas de la UBA, o de cualquier otra universidad nacional. Muy por el contrario, este gobierno ha incrementado en 2.014% el presupuesto asignado al sistema universitario, pasándolo del 0,5% al 1% del PBI en los últimos 12 años.
También vale decir que en este período se han creado 15 nuevas instituciones universitarias, asignado fondos adicionales (por encima del presupuesto universitario) por más de $2.000 millones dedicados a infraestructura y otros $1.800 millones para programas de mejoramiento de la calidad y la pertinencia. Para este año, también están destinados más de $1.000 millones para becas y acciones de inclusión.
Ninguna universidad o sector universitario particular necesita realizar reclamos para obtener recursos para su sostenimiento y desarrollo, porque es una política activa del gobierno nacional invertir en educación superior, ciencia y tecnología.
Otra cuestión es la distribución del presupuesto hacia el interior de cada universidad, que es realizada por sus propias autoridades según lo indique su Estatuto, en ejercicio de la autonomía establecida por la Constitución Nacional. Por lo tanto, el presupuesto que le corresponde a cada facultad o sector de las universidades es de exclusiva responsabilidad de las autoridades universitarias correspondientes y, de ningún modo, puede atribuírsele al gobierno nacional.
Lo cierto es que, a través de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, actualmente se encuentra en trámite una resolución por 20 millones de pesos con destino a la UBA, del mismo modo que muchas otras resoluciones de asignación de recursos para otras universidades. Esto no constituye más que la forma habitual en que se transfieren los fondos asignados a las universidades nacionales en la ley de presupuesto.