El Partido Obrero largó la carrera por la FUBA

Aunque todavía no hay fecha para el Congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires, la juventud del Partido Obrero lanzó un escrito en el que analiza la situación actual de la UBA y -por primera vez en el año- habla de una próxima convocatoria a dicho Congreso, que deberá elegir a las autoridades de la federación.

Actualmente el PO conduce la FUBA junto a un conglomerado de agrupaciones de izquierda que disputarán ante el reformismo la dirección de la misma. A continuación, el escrito completo para que cada uno saque sus conclusiones:

En las próximas semanas deberá convocarse el Congreso de la FUBA, que va más allá de su realización anual: la universidad atraviesa una crisis de proporciones, que ha llevado a la renuncia de funcionarios de la primera línea de la gestión de Barbieri. El movimiento estudiantil debe intervenir en la crisis, fijando un programa y un plan de acción frente a ella. En ese marco, es más necesaria que nunca la derrota de los representantes del rectorado en la disputa por la dirección de la Federación.
La crisis universitaria
El rectorado de Barbieri atraviesa una crisis severa. Recordemos que asumió a fines de 2013 tras un acuerdo entre el gobierno y la mayor parte de las camarillas profesorales de la UBA. El nuevo mandamás, peronista, prometía “comerse los chicos crudos” –o sea avanzar más aún en la política privatista que aplicó a fondo en Económicas junto a Franja Morada (Nuevo Espacio)-. El ascenso del sector más derechista y ligado a los negocios de la camarilla profesoral planteaba, para ellos, una consolidación política. Sin embargo, atravesamos una nueva situación. Antes de que concluyan los coletazos de la caída del vicerrector Richarte, renuncia el decano sucesor de Barbieri en Económicas. El dimitente -José Luis Giusti- caracteriza de cuerpo entero a la actual gestión, pues se trata de un alfil de la UCR, que ocupó cargos decisivos en la gestión de Shuberoff -rectorado conocido como el “más corrupto de la historia”-, y luego se hizo macrista. Como si hubiera sido poco haber nombrado un vicerrector de la SIDE, la camarilla “sufre” la partida de un decano implicado en denuncias de violencia doméstica y corruptelas varias. Las denuncias sobre Giusti implican el desvío de fondos millonarios y salpican a Emiliano Yacobitti, el actual secretario de Hacienda de la UBA y jefe de la agrupación Nuevo Espacio. La notable descomposición política y moral del puñado de profesores que controla la UBA es una fotografía clara de un régimen que no da para más.
Al mismo tiempo, los planes de ajuste que cocina el rectorado se chocaron con la resistencia estudiantil y docente impulsada por FUBA y la AGD, lo cual obligó a recules de las autoridades y su contrapartida en conquistas. Por caso, la lucha victoriosa de los becarios por su equiparación salarial, o el contundente paro de Matemática en el CBC, que quebró el cierre de cargos. Antes, Giusti y Barbieri quisieron cesantear a Gigliani, secretario general de la AGD-Económicas, y debieron reincorporarlo tras una rápida e intensa lucha. Ahora, la reforma reaccionaria de las condiciones de regularidad en los preuniversitarios saltó por los aires tras las masivas ocupaciones del Nacional y el Pellegrini.
La dirección de la FUBA
Los ejemplos antedichos ilustran que cada conflicto en la UBA plantea una confrontación de fondo entre la masa que trabaja y estudia, y una camarilla impresentable que nada tiene que ver con propósitos académicos o científicos. Los reagrupamientos de fuerzas hacia el Congreso de la Federación plantean la misma disyuntiva: si la FUBA mantendrá su condición independiente y de lucha o, por el contrario, se transformará en un apéndice de la coalición que controla el rectorado. Sucede que las fuerzas de derecha que responden al rector desean recuperar la Federación que les fuera arrebatada hace más de una década. Nuevo Espacio, una mascarada de la Franja Morada y sectores del PJ, avanzó el año pasado en las facultades que dirige –Económicas y Medicina-; el PRO también consiguió más delegados. Sin embargo, el heterogéneo conglomerado de fuerzas patronales no reúne una mayoría propia; para ello debería coaligar detrás a agrupaciones pretendidamente independientes, y a buena parte del kichnerismo y la centroizquierda.
Del otro lado, las agrupaciones que luchamos contra el rectorado estamos, en distintas coaliciones, en la mayor parte de las direcciones de los Centros de Estudiantes y podemos reagrupar a más del 45% de los delegados. La fuerza mayoritaria es la UJS, con mayor cantidad de delegados, presidencias de centros y presencia en todas las facultades. Nuestro planteo es iniciar una intensa campaña de movilización y delimitación de campos, para defender la conquista de contar con una FUBA independiente, de izquierda y combativa. Es una necesidad para pelear por una salida positiva a la crisis de la UBA, para enfrentar la política capitalista y antieducativa de las camarillas profesorales, y defender una Federación que se demostró como una aliada de fierro de todas las luchas obreras y populares del país. Todas las agrupaciones deben pronunciarse. Podemos y debemos derrotar a la derecha en el Congreso.
En este marco, se plantea un desafío peculiar para el cúmulo de agrupaciones kirchneristas que actúan en la UBA. Por un lado, el otrora pacto infranqueable de cogobierno en la UBA está en crisis: los “cristinistas” votaron contra Richarte; el decano de Exactas fue más lejos y rechazó el presupuesto de Barbieri. Sin embargo, los límites de este bloque son insuperables y muchos no quieren sacar los pies del plato –el decano “plural” de Sociales respaldó al gabinete mafioso de Barbieri “a cambio de obras”, pero su facultad sigue hundiéndose-. ¿Contribuirán los jóvenes K con los pichones de Richarte, Giusti y Yacobitti en el movimiento estudiantil, o favorecerán su derrota?
Iniciemos una gran campaña
Con estos planteos, damos comienzo a una fuerte campaña política. Las renuncias de autoridades, que objetan «motivos personales» para esquivar denuncias gravísimas, no pueden taparse con nuevas designaciones por parte de los mismos que nos llevaron a esta crisis. Es necesaria la separación de todos los funcionarios involucrados y que se realice una investigación a fondo, que empiece por el propio secretario de Hacienda de la universidad y que ponga blanco sobre negro el conjunto de las responsabilidades políticas. Reclamamos la apertura de todas las cuentas y convenios de las secretarías afectadas. Nuestra histórica consigna de la «democratización de la UBA» vuelve a emerger como una tarea impostergable, para quebrar el monopolio de la camarilla profesoral y terminar con sus negociados y cajas negras. Frente al descalabro del gobierno universitario, lucharemos para que la FUBA siga siendo un ariete para la defensa de la educación pública y la transformación de la universidad en beneficio de las mayorías trabajadoras.
Unión de Juventudes por el Socialismo – Partido Obrero
Presidencia FUBA
Presidencia CEFyL – Presidencia CECSo – Presidencia CEP – Presidencia CEV – Presidencia CEFyB – Vicepresidencia CEADIG
Mayoría estudiantil en el Consejo Superior