Los trabajadores de la Salud de la ciudad de Buenos Aires informaron que prolongan su medida de fuerza «ante la falta de respuesta del gobierno de Mauricio Macri a los episodios de violencia que sufre el personal, como el ocurrido el sábado pasado en el Hospital Rivadavia».
El paro comenzó a raíz de un hecho de violencia acaecido el sábado por la madrugada, cuando dos jóvenes irrumpieron en el nosocomio del barrio porteño de Recoleta y amenazaron con jeringas a médicos y enfermeros. «Buscaban a los cirujanos, quienes estaban realizando una intervención quirúrgica», detalló Rodolfo Arrechea, delegado general de ATE en el Hospital Rivadavia e integrante del Consejo Directivo Nacional del gremio.
El dirigente estatal denunció: “El gobierno porteño retiró la Policía Metropolitana del hospital hace 30 días”. Incluso fue la ministra de Salud porteña, Graciela Reybaud, quien admitió hoy que la Policía Metropolitana «no tiene el número suficiente» de efectivos para garantizar la seguridad en los hospitales porteños. «La ministra Reybaud quedó en comunicarse ayer para recibirnos, pero el llamado nunca existió», contó Arrechea, quien recién hoy pudo mantener un breve diálogo con la funcionaria macrista a través de un medio radial.
“No se trata de un hecho aislado, hace rato que los trabajadores de la Salud de la ciudad nos encontramos en un completo estado de indefensión”, afirmó Arrechea.
Además de reclamar medidas de seguridad en los establecimientos, los trabajadores reclaman mayor presupuesto en Salud, incorporación de personal y el fin de la tercerización de sectores clave de sanidad.
ATE informó que la medida de fuerza continuará hasta el mediodía del miércoles y que, como es costumbre, no va a afectar las guardias y emergencias, pero sí a las prestaciones médicas en consultorios externos y operaciones no urgentes programadas.