UNC: investigan los cambios en el sistema inmune durante el envejecimiento

Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba y el Conicet buscan remediar la disminución de la capacidad del sistema inmunológico en el envejecimiento, a través de estrategias que brinden a los adultos mayores capacidad de defensa contra bacterias y virus, según informó el inmunólogo Gabriel Morón.
«Con el envejecimiento, hay funciones que empiezan a cambiar y a deteriorarse, y entre ellas está el sistema inmunológico, que tiene una menor capacidad de defensa frente a nuevas infecciones con virus o bacterias: lo que se intenta es inducir una respuesta inmune eficaz», dijo Morón, investigador independiente del Conicet y profesor adjunto de la Facultad de Ciencias Químicas.
La línea de trabajo de los científicos del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (Cibici-Conicet) de la Universidad Nacional de Córdoba es la Inmunología del Envejecimiento.
«Los estudios ayudarán a establecer una inmunoprofilaxis adaptada a un individuo envejecido y lograr una respuesta óptima durante esta etapa de la vida», dicen los miembros del laboratorio.
Morón dijo que «en dos situaciones fisiológicas hay una menor capacidad del sistema inmune, una es en el recién nacido, donde el sistema comienza a aprender cómo actuar, y el otro es en un sistema envejecido, donde hay ciertas fallas que provocan que haya una menor capacidad de defensa ante infecciones».
«Nosotros nos hemos concentrado en dos o tres sistemas, y el que hasta ahora ha obtenido más resultados fue el CpG (oligodeoxinucleótidos) como adyuvante de vacunas, que mejora la respuesta defensiva del organismo», informó.
Morón indicó que el CpG «es una sustancia que se parece al ácido desoxirribonucleico -ADN- que está en las bacterias, entonces actúa como señal de peligro, que hace que los adyuvantes respondan como si fuese una bacteria».
En experimentos con ratones, «hemos encontrado que el CpG podría ser un buen adyuvante para vacunas que se aplican a personas envejecidas», planteó el investigador, quien advirtió que «resta un largo camino» para poder aplicar el recurso en humanos.
En el equipo interdisciplinario está Santiago Palma, investigador independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas-Conicet y docente de la UNC, quien explió que su área se dedica «al diseño y desarrollo de sistemas portadores de fármacos o moléculas reactivas, como el CpG».
«Hay sustancias que pueden ser beneficiosas para el tratamiento o el diagnóstico de enfermedades, pero muchas veces esa eficacia se ve restringida por problemas químicos, físicos o de interacción con el medio biológico», observó Palma.
Entonces, «se diseñan estrategias para permitir que esa molécula terapéuticamente útil, lo sea aún más o tenga menos efectos adversos, a través de un sistema portador que lo vehiculice».
El área de Palma -del Departamento de Farmacia de la UNC que dirige Belkys Maletto- trabaja para el transporte de fármacos «con el coagel, que podía servir como escudo protector del CpG».
«El CpG es una molécula que tiene problemas de distribución, de estabilidad química y de integración con algunas moléculas del organismo, y vimos que podrían ser salvados algunos de estos problemas utilizando algo que proteja al CpG, como el coagel».
Morón dijo que «el coagel unido al CpG son sustancias efectivas como una buena respuesta inmune y no parece generar efectos adversos o tóxicos, y ahora se experimentan con ovejas».
María Cristina Pistoresi, investigadora principal del Conicet y profesora de Ciencias Químicas, comentó que «hay muy pocos adyuvantes autorizados para el uso en humanos, y los que están aprobados inducen un tipo de respuesta que se llama anticuerpos».
Explicó que «el CpG con el coagel estimulan bastante bien la respuesta inmunocelular (con células que matan a otras células infectadas o a microorganismos), lo que implica un paso importante si es que se puede utilizar como adyuvante de la mayoría de las vacunas en individuos envejecidos».
«Así como se puso mucho empeño en hacer programas de readecuación para los niños, que son distintos al adulto, también hay que hacerlo para los ancianos», enfatizó Pistoresi.
«En ratones, el CpG con el coagel de adyuvante demostró que los animales viejos responden tan bien como los jóvenes», aseguró.
«Es importante adecuar los esquemas de vacunación al sistema inmune envejecido, por eso estudiamos cómo se comportan las células en la tercera o cuarta edad, para adecuar los esquemas de vacunaciones», concluyó Pistoresi, una de las protagonistas de la investigación financiada por el Estado Nacional, con aportes de la UNC y del gobierno provincial.

Fuente: Télam