Por qué no se convoca hasta ahora al Congreso de la Fuba

Por UJS-PO
Cuando el lunes pasado la Junta Representativa se proponía debatir la convocatoria al próximo Congreso de la Federación, la Mella y CRCR actuales copresidencia y vice, montaron un escándalo. Según dijeron, no participarían de ningún Congreso para renovar autoridades. Esto a pesar de que ya se realizaron las elecciones de centros y delegados de Fuba en todas las facultades. La Mella y compañía esgrimieron argumentos inconsistentes como un flan. Primero, que “la discusión de una lista nos divide, y ahora tenemos que unirnos para luchar”. Compañeros, se trata justamente de que un Congreso concentra las energías del movimiento estudiantil en la resolución del programa y plan de acción que impulsa la mayoría, y la dirección que se hace responsable de promoverlos. Un Congreso de debate y lucha sería un factor de desarrollo de la lucha por la democratización que está en curso.
Oponer “elección de autoridades” con “la lucha” rechaza la voluntad estudiantil: las listas de izquierda que se impusieron en las últimas elecciones de la UBA son precisamente las que más impulsaron la pelea contra las camarillas universitarias. Su propuesta, por el contrario, busca tapar el sol con la mano y negar sus derrotas en los centros de Sociales, Filosofía, Exactas y Psicología, justamente por la completa adaptación al régimen de camarillas que debemos transformar. Llegamos así a la cima del burocratismo: la Mella quiere refugiarse en un “freezer”, disociando a las autoridades de la Fuba de la votación de los estudiantes y de los desafíos de lucha que el movimiento estudiantil tiene por delante. El Congreso de la Fuba, además, serviría para propinarle una nueva derrota a las representaciones estudiantiles de las camarillas capitalistas que manejan la  universidad -Franja Morada y el kirchnerismo-, poniendo de manifiesto su papel minoritario -siempre y cuando existiera un reagrupamiento principista de las fuerzas de izquierda, sobre la base de clarificar las diferencias y respetar el mandato estudiantil-.
El “sueño” de La Mella -seguir “chapeando” con una representación que ya no les corresponde, donde cada uno impulse la posición que se le ocurra-, no corresponde. Las posiciones políticas, en efecto, “nos dividen”; en su boletín denuncian al Centro de Idiomas montado por Barbieri -una verdadera caja negra-, pero le contrapone como “legítimo”.el de Filo, ¡otra fuente de recursos propios!, sólo que de menor envergadura. ¿Vamos a enfrentar la privatización de la derecha con la privatización de Carta Abierta?
La Mella llega al ridículo cuando denuncia un “pacto entre el PO y Barbieri”, sin explicitar en qué consistiría. La especie de que la izquierda “hace el juego” o pacta con la derecha es típica del kirchnerismo -la Mella ni siquiera es original-. Es claro que los K vociferan ese “argumento” para encubrir su propio compromiso con la reacción política, pues ¿cómo reivindicar condición progresista para el gobierno de Milani, Aníbal Fernández, los intendentes del PJ, la ley antiterrorista y siguen las firmas? La Mella-Marea Popular, de igual modo, pretende tapar sus fechorías proclamando infamias y pactos absurdos. La hipocresía, sin embargo, llega a un extremo insoportable. Su pirotecnia verbal contra Barbieri no pasa la prueba de la experiencia en la propia facultad de este –el famoso “shopping”-. Durante años se negaron siquiera a nombrar a Barbieri en los materiales del MxE; si era por ellos, había que limitarse a repartir “un diario con la ubicación de las aulas” (sic). Nuestra propuesta de levantar la consigna “Fuera Barbieri, fuera Franja”, denunciando la penetración capitalista en la facultad y los negocios con el poder (contratos, pasantías, etc.) fue sistemáticamente rechazada. Sólo este año, tras una intensa lucha política, el MxE aceptó este tipo de denuncias -y conquistamos un consejero-. Ahora mismo, en plena lucha por la democratización, La Mella-Marea habla de cualquier otra cosa en Económicas. En Medicina, se negaron a firmar el boletín de El Frente que denunciaba los negociados y la corrupción del grupo de graduados y profesores que maneja la facultad -también parte del acuerdo para imponer a Barbieri como rector-. ¿Se puede ser tan caradura?
Ahora, ante la inminencia de la elección de rector, la Mella repite la caricatura “antimacrista” que impulsan sectores del kirchnerismo, para convertir al movimiento estudiantil en furgón de cola de las camarillas K anti-Barbieri. Con el teatro de “quilombos” irrelevantes -empujar una valla o votar el “impedimento” de una sesión sin la mínima condición para hacerlo- confiesan un derrotismo completo: ninguna confianza en el desarrollo de un movimiento de lucha que sea masivo y cuestione este régimen. Su voluntad “de mínima” es “ensuciar la asunción de Barbieri” (sic) o en el mejor de los casos que caiga su candidatura. Por eso, la votación en la interfacultades, por escaso margen y con un mes de anticipación que postula la “interrupción” de la Asamblea Universitaria del 5/12 sólo esconde desmoralización y confusión. El desafío que hay por delante es otro: sumar a miles a rechazar activamente una asamblea que carece de toda legitimidad para sesionar.
La clarificación de estos problemas es crucial para la lucha que la Fuba tiene por delante. La Junta Representativa y la interfacultades del miércoles adoptaron como consigna del momento el rechazo a la asamblea ilegítima que pretenden consumar el 5 de diciembre, reclamando en forma contrapuesta la convocatoria de una realmente democrática, que surja de la votación de toda la población universitaria, y delibere sobre el rumbo que debe adoptar la UBA. La lucha por la democratización, y pelear por poner la universidad al servicio de las mayorías son la misma cosa. Vamos por más, con asambleas el próximo miércoles y una gran jornada de clases públicas el próximo jueves 21/11, marchando por la tarde al Rectorado. La independencia de las trenzas circunstanciales entre la casta podrida que maneja la UBA es condición fundamental para avanzar.
UJS-PO
Presidencia FUBA
Presidencia CECSo, CEFyL, CEP, CEFyB, CEI, CEV, CECEN. Vicepresidencia CEADIG

1 Comentario

  • El grado de delirio de estos payasos mediaticos no tiene limite…

    Sera por la guita q les baja barbieri que durante todo el año se opusieron a nombrar a Barbieri en las declaraciones de la Federación, no impulsaron ninguna medida contra su candidatura ni por la reforma del estatuto, y acompañaron “de oficio” y el menor esfuerzo posible las múltiples iniciativas surgidas desde otras corrientes como la asamblea interfacultades, los afiches, petitorios, mesazos, festivales, acampe, etc, etc..?

    Esta política de capitulación frente a Barbieri y la Franja Morada absolutamente inexplicable (desde una óptica de izquierda) transcurrió durante todo el año, haciéndose todavía más pronunciada y paralizante después de las elecciones estudiantiles.

    El punto más alto de esta escandalosa política de entrega y resignación tuvo lugar en la propia Asamblea, de la cual el PO participó “sin inconvenientes”, tomando la palabra e incluso sometiendo a consideración y votación del ilegítimo cuerpo un proyecto de resolución presentado por sus consejeros. De más está decir que el único efecto de su participación fue reforzar la idea de que la asamblea “representa a todos los claustros y espacios políticos” y que obviamente su insólito proyecto de “autodisolución de la asamblea” fue votado en contra por abrumadora mayoría. De esta manera aporto a reforzar la foto que Barbieri buscaba mostrar: una Asamblea plural y participativa donde todas las voces estuvieran expresadas.

    Además de abandonar de entrada la pelea contra Barbieri, darle la espalda a las resoluciones de la asamblea interfacultades y romper el bloque de consejeros de la FUBA, como frutilla del postre, los dirigentes del PO se esforzaron toda la jornada por aclarar una y otra vez en los medios y redes sociales que “el Partido Obrero nada tiene que ver con los incidentes en la UBA”. Nosotros pensamos que una cosa es no compartir una política, otra es llevar adelante la línea exactamente opuesta buscando estigmatizar mediaticamente la lucha llevada a cabo por muchas de las corrientes con las que comparten en la FUBA, llevando adelante prácticas esencialmente iguales a las que tienen los proveedores de información de las fuerzas de seguridad. De ahí no hay retorno para las corrientes de la izquierda y el campo popular.

Los comentarios están cerrados.