Nuevos triunfos de la izquierda, nuevas derrotas de La Cámpora y la UCR

Por UJS – Partido Obrero

Elecciones en Ingeniería y graduados del Pelle

Las elecciones en Ingeniería de la UBA, el último centro de estudiantes que faltaba definir, y las elecciones de graduados del colegio Carlos Pellegrini, finalizadas ambas el viernes 30, reafirmaron las tendencias reflejadas en las recientes votaciones universitarias. En ambos casos, ganó la izquierda: en Ingeniería, el Frente 7 de Septiembre -conformado por la agrupación EIA (Partido Obrero e independientes), la Cepa y el Puño (Izquierda Socialista)- obtuvo el 43% de los votos y revalidó de esa manera la dirección del centro por segundo año consecutivo, triunfo al que hay que sumarle el consejero directivo conquistado en la elección previa. En el Pelle, el Frente de Graduados por la Democratización (FGD) -encabezado la UJS-Partido Obrero e integrado por diferentes expresiones de izquierda, incluida la agrupación que actualmente conduce el centro de estudiantes- alcanzó el 58% de los votos y retuvo los dos consejeros del claustro de graduados para el consejo resolutivo del colegio.

Tanto en Ingeniería como en el Pelle, el kirchnerismo se alió a la derecha y las camarillas radicales, con el objetivo de desplazar a la izquierda, pero terminó en un fracaso rotundo. Por su parte, listas K puras representadas por La Cámpora obtuvieron resultados marginales (cuarto lugar en Ingeniería con el 6,6% y terceros en el Pelle con el 11%).

Pellegrini

La paliza de la izquierda en graduados del Pelle es significativa no sólo por los 30 puntos de distancia (58% contra 28%), sino porque se trata de un claustro que históricamente estuvo en manos de los radicales y la derecha. En su momento, las autoridades universitarias habían introducido ese claustro en el Consejo Resolutivo como un contrapeso a los consejeros estudiantiles, docentes y no docentes, los que representaban al movimiento de lucha del colegio. El FGD ya había derrotado tales pretensiones en 2009, unificando a las distintas promociones de graduados que, de 2001 a la fecha, hicieron del Pellegrini una escuela de lucha y organización en defensa de la educación pública. Por primera vez en la historia, los consejeros del claustro de graduados, que como estudiantes habían enfrentado al privatista Viegas en la lucha de 2007, este año apoyaron los reclamos del colegio contra Fornasari, Hallú y compañía.

Esta nueva victoria del FGD tiene un doble valor, puesto que se hizo en condiciones de un fraude escandaloso, con manipulaciones del padrón electoral de todo tipo y la exclusión de la generación 2010 que no pudo participar de la votación. Los yaskistas de UTE-Ctera se unieron a la Franja Morada para derrotar a la izquierda, pero, a pesar del apoyo del Rectorado de la UBA y el control total del padrón, no pudieron contar más de 179 votos (28%). La lista cristinista, cuya función era dividir el voto del activismo y facilitar así un retorno de Franja y Ctera, no logró su cometido y quedó muy atrás (11%, 73 votos).

Ingeniería

En Ingeniería, la gran votación de la izquierda con el 43% de los votos fue la contrapartida del derrumbe de El Gradiente, la agrupación histórica de la gestión (ahora sabbatellista), que perdió su consejero luego de diez años en el gobierno de la facultad. Por su parte, IPF (La Cámpora) obtuvo un marginal 6,6%, desplegando una campaña derechista en apoyo a las leyes educativas menemistas y contra la izquierda. El apoyo recibido por el decano Rosito, defensor acérrimo de la Coneau y las PPS (trabajo gratuito obligatorio para empresas), y la presencia de Lino Barañao, ministro nacional de Ciencia y Técnica, acentuaron el rechazo de la juventud a la regimentación de las autoridades y del propio Estado que avanza sobre su educación.

El MLI, la pata más derechista del bloque de los grupos autodenominados “independientes”, pudo recuperarse del bajón del año pasado (cuando, luego de haberlo vaciado, perdió el centro en manos de la izquierda), aprovechando la crisis de las agrupaciones de la gestión. Así, quedó en segundo lugar con el 36% de los votos. Esta nueva polarización entre la izquierda y el MLI muestra una izquierdización de la situación política en Ingeniería, pero también echa luz sobre los “independientes de todos los partidos”, que adaptaron toda su política para ocupar ese espacio vacante, haciendo una campaña lavada, vacía de contenido, sin abrir la boca sobre la orientación privatista del gobierno y las autoridades. Los que siempre hicieron campaña contra los aparatos no tuvieron empacho en recibir el apoyo “desde afuera” de La Mella, que aportó militantes y fiscales al MLI con el afán de derrotar a la izquierda. No pudo ser.

Nuevo desafío

Estas nuevas victorias refuerzan la tendencia de la juventud a apostar a la izquierda, en la comprensión de que sólo sobre una base de independencia política -respecto tanto del gobierno capitalista como de su oposición de derecha- es posible avanzar en la lucha por sus propios reclamos. A nivel nacional, el Frente de Izquierda es la única fuerza política que se propone desenvolver a fondo esta tendencia independiente de la juventud, que tiene un alcance revolucionario en la medida en que se vuelque a una perspectiva común con la clase obrera.

Por eso ahora, nuestro nuevo desafío es que estos resultados sean el anticipo de una votación masiva de la izquierda en octubre, que conquiste un bloque de diputados de izquierda en el Congreso y sea el puntapié inicial de una transformación de la estructura política y social del país.